Los cálculos renales, también conocidos como litiasis renal o nefrolitiasis, son masas duras y cristalinas que se forman en el interior de los riñones a partir de sales minerales y otros compuestos presentes en la orina. Pueden variar en tamaño, desde pequeñas partículas del tamaño de un grano de arena hasta piedras grandes del tamaño de una pelota de golf.
Se forman cuando la orina se vuelve más concentrada y las sustancias químicas presentes se unen y forman cristales, los cuales pueden acumularse y crecer con el tiempo formándolos. y por ello pueden obstruir el flujo normal de la orina desde los riñones hasta la vejiga y causar dolor intenso.
Según un estudio publicado en la revista «Actas Urológicas Españolas»¹ en 2019, se estima que la prevalencia de cálculos renales en España es del 8-10% de la población. Esto significa que alrededor de 4 millones de personas en España pueden estar afectadas por esta condición.
Los síntomas de los cálculos renales pueden variar dependiendo del tamaño y la ubicación de las piedras, pero pueden incluir dolor intenso en el costado o la espalda, dolor al orinar, náuseas, vómitos y sangre en la orina. El tratamiento para los cálculos renales depende del tamaño y la ubicación de las piedras, así como de la gravedad de los síntomas. Los tratamientos pueden incluir beber mucha agua para ayudar a expulsar las piedras, medicamentos para el dolor y la inflamación, y en algunos casos, procedimientos médicos para eliminar o fragmentar las piedras más grandes.
Factores que pueden aumentar el riesgo de desarrollar cálculos renales:
- Deshidratación: Cuando el cuerpo no tiene suficiente agua, la orina se vuelve más concentrada, lo que aumenta el riesgo de que se formen cristales y piedras.
- Dieta: Algunos alimentos y bebidas, como los alimentos ricos en proteínas animales, el sodio y los refrescos, pueden aumentar el riesgo de desarrollarlos.
- Sobrepeso y obesidad: El exceso de peso puede aumentar el riesgo de cálculos renales debido a la alteración del equilibrio de las sustancias químicas en la orina.
- Historia familiar: Si alguien en su familia ha tenido cálculos renales, usted puede estar en mayor riesgo de desarrollarlos.
- Enfermedades del tracto urinario: Algunas enfermedades del tracto urinario, como la infección de las vías urinarias y la obstrucción del flujo de orina, también aumenta el riesgo.
- Ciertos medicamentos: Algunos medicamentos, como los diuréticos y los suplementos de calcio, pueden aumentar el riesgo de desarrollar cálculos renales en algunas personas.
Es importante destacar que cada persona es única y que la causa exacta de los sufrirlos puede variar de una persona a otra. Si cree que puede tener cálculos renales o si tiene antecedentes familiares de esta afección, consulte a un médico para obtener más información y asesoramiento.
Algunos remedios naturales que se utilizan desde hace tiempo y aportan beneficios.
- Beber mucha agua: La hidratación adecuada puede ayudar a prevenir la formación de cálculos renales y también puede ayudar a expulsar los cálculos existentes.
- Jugo de limón: El jugo de limón puede aumentar el nivel de citrato en la orina, lo que puede ayudar a prevenir la formación de cálculos renales. Se puede agregar jugo de limón al agua y beberlo varias veces al día.
- Infusiones de hierbas: Algunas hierbas, como el diente de león, la ortiga, la cola de caballo el brezo, la gayuba y rompepiedras, se han sugerido como remedios naturales para los cálculos renales. Estas hierbas pueden tener propiedades diuréticas y antiinflamatorias que pueden ayudar a aliviar algunos de los síntomas de los cálculos renales.
