La arcilla verde es un recurso natural que ha sido utilizado por diversas culturas a lo largo de la historia por sus propiedades terapéuticas y estéticas. En este artículo, explicamos qué es la arcilla verde, su historia y cómo se ha utilizado a lo largo del tiempo, así como algunas recetas prácticas para aprovechar sus propiedades.

arcilla verde

¿Qué es la arcilla verde?

La arcilla verde es un tipo de arcilla compuesta principalmente por minerales como montmorillonita, illita y caolinita. Su color verde característico se debe a la presencia de minerales como el óxido de hierro y el óxido de magnesio. Se encuentra en yacimientos naturales en diversas partes del mundo, y su calidad y composición pueden variar según la ubicación.

Algunas de las ubicaciones conocidas por tener arcilla verde de alta calidad incluyen:

Francia: La arcilla verde francesa, conocida como «argile verte» o «illite», es considerada una de las más finas y puras del mundo. La región de Montmorillon, en el centro de Francia, es especialmente famosa por su arcilla verde de alta calidad

Marruecos es conocido por su arcilla verde, especialmente la proveniente de la región de Ghassoul. Esta arcilla se utiliza en productos de cuidado de la piel y el cabello debido a sus propiedades purificantes y suavizantes.

Estados Unidos: Hay varias regiones en Estados Unidos que son conocidas por su arcilla verde de calidad, como Bentonite Green Clay de Wyoming y California Green Clay. Estas arcillas se han utilizado tradicionalmente en tratamientos de desintoxicación y en productos de cuidado de la piel

La calidad de la arcilla verde no solo depende de la ubicación, sino también de otros factores como la composición mineral, la pureza y el procesamiento adecuado

Un remedio antiguo para la salud y la belleza

Su uso se remonta a la antigua Mesopotamia y Egipto, donde la arcilla verde era considerada un recurso valioso debido a sus propiedades curativas y purificadoras. Se utilizaba tanto en tratamientos médicos como en rituales de belleza. Los egipcios, en particular, apreciaban la arcilla verde por su capacidad para rejuvenecer la piel y eliminar impurezas.

A lo largo de los siglos, se ha utilizado en diferentes culturas alrededor del mundo cómo los indígenas americanos que la empleaban para tratar afecciones cutáneas y dolores musculares, o medicina ayurvédica de la India, la utilizaban en cataplasmas para aliviar inflamaciones y problemas digestivos.

Propiedades y beneficios de la arcilla verde

Acción desintoxicante: Tiene la capacidad de absorber toxinas y sustancias no deseadas de la piel, ayudando a purificar y limpiar los poros.

Propiedades astringentes: Al aplicarla sobre la piel, se produce una contracción de los tejidos, lo que ayuda a reducir la apariencia de los poros dilatados y mejora la firmeza de la piel.

Acción exfoliante: Al ser ligeramente abrasiva, elimina suavemente las células muertas de la piel, dejándola más suave y radiante.

Calmante y antiinflamatoria: Puede aliviar irritaciones, enrojecimiento y picazón en la piel, gracias a su efecto calmante.

Recetas con arcilla verde

Antes de probar cualquier receta  realiza una prueba de sensibilidad en una pequeña área de tu piel para asegurarte de que no haya reacciones alérgicas.

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Mascarilla facial purificante:
  • En un recipiente no metálico mezcla 2 cucharadas de arcilla verde en polvo con suficiente agua mineral o hidrolato de hamamelis para obtener una pasta suave.
  • Aplica la mascarilla en el rostro evitando el contorno de los ojos y los labios.
  • Deja actuar durante 10-15 minutos y luego enjuaga con agua tibia.
  • Secar y aplicar una crema hidratante
Cataplasma para dolor e inflamación
  • Igual que en el primer paso de la mascarilla pero con la suficiente arcilla para cubrir la zona
  • Asegúrate de que la zona de tu cuerpo donde aplicarás el cataplasma esté limpia y seca.
  • Extiende la pasta en una capa de medio a un centímetro de espesor sobre el área afectada.
  • Cubre el cataplasma con una gasa o tela de algodón y envuelve con plástico. Asegúrate de que esté bien ajustado pero no demasiado apretado para permitir la circulación adecuada.
  • Deja el cataplasma de treinta minutos a dos horas. 
  • Retira con cuidado el cataplasma y lava la zona con agua tibia para eliminar cualquier residuo de arcilla. Sécala suavemente.

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